Un año más he venido a verte, a saborear de tus mieles. Sé que no me lo vas a poner nada fácil pero estoy seguro que cuando termine, me sabrán aún mejor.
Este es un triatlón de los que dicen que engancha, tanto por la distancia, como por el recorrido, la organización, el lago, la caldereta, la fiesta ,el sorteo, sus gentes, las estrellas….. A mí me ha enganchado. Tenía unas ganas locas de hacerlo desde el día en que terminé la edición anterior, para mí con magia. Fue la primera vez que saboreé las mieles del pódium. ¿Quién me lo iba a decir?, terceros por equipos, y yo era el tercer hombre. Además fui con unas personas especiales para mí, que tanto bueno me han dado… Pero esto fue el año pasado.
Este año ha sido muy parecido, pero con ciertos matices. El lugar el mismo, el lago con más agua, el recorrido con mucho aire en la bicicleta, la caldereta en otro rinconcito de la plaza……. Todo casi igual, pero con él mismo fondo. Gente nueva, muy buena gente, personas que se quedaron en tierra, porque a veces hay que elegir. Necesito rodearme de los míos, me da fuerza y energías para continuar.
Llegue sobre la una del sábado, al llegar al parking habilitado por la organización, rápidamente me di cuenta de donde se había instalado mi amigo “El Morzas”. ¡Menudo chiringuito que se había currado!!, furgoneta, sombrilla, una tienda para mí, ya lista para usar, una maravilla. Me dispuse a ir a la plaza del pueblo, y allí me encontré a Alex y Julio, estaban comiendo su menú de pasta sentados en un banco a la sombra. Menuda estampa que tenían, jejeje. Parecía que tuvieran que ir al ruedo a torear, aunque en cierta forma así era. Fui a por él dorsal y de paso a contemplar las fotos que tienen de todas las ediciones, (la del 2009 no estaba) y ver caras conocidas muchos más jóvenes en estas fotos. Me acerqué con Julio y Alex para dar cuenta de mi plato de pasta en compañía de estos dos grandes.
Reunión en la zona de acampada, reencuentro con amigos y compañeros, saludos, emoción, ilusión, incertidumbre, abrazos, y más saludos. Comienza el ritual de los preparativos de la prueba, hay que estar concentrado, para procurar no dejar pasar nada por alto. Es el momento íntimo y particular de cada corredor, cuando ya está todo más o menos controlado, es cuando te pasa por la mente que se te ha olvidado comprar geles. ¿Verdad Piñeiro?, me salvaste la vida con ese alimento que tan amablemente me ofreciste.
Objetivo: Pasarlo en grande, como siempre. Aunque hoy tenía un nuevo reto: GANAR A JULIO!!!!!
Menudas “coñas marineras” nos han alimentado durante unos meses atrás, un pique sano y muy divertido, que hemos tenido mi amigo y yo. Nada muchísimo mejor que yo, corre mejor, es unos quince años más joven, es muchísimo más alto, más guapo e inteligente, y además ha hecho el Ironman de Lanzarote!!!! Tiene a priori todos los elementos necesarios para ganarme, pero aún así he tenido la osadía de retarle.
Bocinazo de salida por la señora Alcaldesa. Comienza la natación, creo que se me da bastante bien, golpes los justos ni más ni menos, ninguna cosa que reseñar. Transición en la T1, y cojo mi bici, que tantos momentos buenos y duros me ha dado. Hoy iba a ser uno de los duros. Ya desde el principio noto que las sensaciones no son nada buenas, hace mucho viento, ya lo sé, pero no es eso. Noto hambre, últimamente no me he alimentado muy bien, como tampoco he descansado. (Cosas del verano) Las piernas no van como tienen que ir, y me encuentro vacío, aún así comienzo a adelantar a gente, entre ellos mi amigo Julio, toquecito en el culo y… ¡vamos campeón!, le noto algo raro en la mirada, pero cuando hacemos esto, ¿Quién no está raro?. No le doy importancia y continúo mi viaje. Vuelta en Atienza. Ahora el aire se convierte en nuestro cómplice, al cuentakilómetros le cuesta bajar de 40 km/h. Pero yo sé que esto no es real…
Llego a la T2, me pongo rápidamente a correr, los primeros metros muy bien, pero es estómago está vacío, guardo como oro en paño, el gel que me dio Alex para la segunda vuelta, mientras, me aprovecho de los plátanos y las naranjas que da la organización, al llegar al pueblo en la primera vuelta, no tengo fuerzas para nada, y mi único deseo es andar, se que si lo hago me pasara factura, saco fuerzas de donde no las tengo y llego a la plaza del pueblo, abro mi preciado tesoro, y me lo trago de un sorbo. Vamos Jose, tienes que terminar, digo para mis adentros. Empiezo a sentirme estable, pero el ritmo no es bueno. (me da igual, quiero terminar lo que he empezado). Es un triatlón mágico y le debo un respeto.
Cruzar esta línea de meta es algo fantástico. Aunque llego exhausto no puedo contener mi emoción, y no puedo dejar de pensar los momentos tan buenos vividos el año pasado. Este año, me ha caído una minutada de unos 8 con respecto al anterior, hemos sido cuartos, en vez de terceros, pero hemos estado allí, hemos tenido el honor, el valor y el coraje, de batirnos en duelo con esta prueba tan admirada por unos cuantos jinetes de caballos de aleaciones cada vez más raras.
Por cierto…Gane a Julio porque fue toda la bici pinchado, por eso su mirada. Esta no es una manera limpia de ganar. Julio, te reto en pareja!!!